¿Cuál es la razón por la que tu perro gime o llora?

Si bien los perros no derraman lágrimas de tristeza o alegría como las personas, sí “lloran” a su manera canina. En los seres humanos, el llanto suele asociarse con la aflicción y los perros son capaces de sentir emociones negativas como la tristeza, el miedo y el dolor.

Las vocalizaciones caninas que más se asemejan al llanto de una persona son los gemidos o los gimoteos. Aun así, tu perro no puede derramar lágrimas igual que una persona: las lágrimas de emoción se consideran un rasgo humano. Ahora bien, los perros tienen conductos lagrimales y existen varias razones que pueden activarlos, como la necesidad de eliminar los irritantes de los ojos; sin embargo, estas razones nunca serán de carácter emocional.

¿Cuál podría ser el motivo por el que llora tu perro?

Los gemidos, aullidos o gimoteos en caninos suelen ser un signo de estrés, ansiedad, frustración, dolor o algún malestar físico. También es posible que un perro recurra a este comportamiento para llamar la atención o como una forma de manifestar que se siente triste.

“Los perros suelen manifestar tristeza a través de un sinfín de señales, algunas de las cuales son obvias y otras, no tanto”. La Dra. Genna Mize, quien es parte del equipo de asistencia técnica veterinaria de Virbac Animal Health, comentó lo siguiente para Parade: “Las conductas más comunes que suelen comunicar tristeza son vocalizar (como gimotear y gemir), temblar, demandar mucha atención o ignorarte. Al igual que los humanos, los perros pueden comunicar esta emoción de diversas maneras y la mayoría de los dueños comprenden el estilo de comunicación de su propio perro en lo que están tratando de ‘decir'”.

Es posible que tu amigo peludo se sienta triste debido a la soledad, la ansiedad por separación o una pérdida, incluso si se trata de una pérdida percibida. Además de los gemidos o lloriqueos, los cambios de comportamiento, como la pérdida de interés en un juguete que solía gustarle mucho o la falta de energía, también pueden indicar que se siente deprimido. Entre los signos más sutiles se encuentran esconder su rostro o entrecerrar los ojos.

“Los perros pueden sentir tristeza por las mismas razones que los humanos”, aseveró Mize. “Los investigadores creen que los perros tienen la capacidad emocional de un niño de dos a dos años y medio, por lo que se puede decir que cuentan con un conjunto de habilidades emocionales limitado pero impresionante”.

Existe una sincronía emocional entre las mascotas y sus dueños

Las personas que tienen mascotas, en particular, son muy sensibles ante las vocalizaciones de angustia de los animales. Se les pidió a varios adultos jóvenes que escucharan vocalizaciones de angustia de perros, gatos y personas; cuando calificaron cuanta felicidad o tristeza se expresaba en cada una de ellas, los dueños de mascotas evaluaron los quejidos caninos como más tristes que los que no tenían mascotas. Los investigadores creen que tener una mascota se relaciona con una mayor sensibilidad emocional a las expresiones de angustia de los animales.

Asimismo, se ha descubierto que existen conexiones íntimas entre los perros y sus dueños, y que los sentimientos son recíprocos. Tal como una persona tiene la capacidad de responder al “llanto” de su perro, los perros pueden responder a un bebé que llora al mostrar sumisión y ponerse alerta, lo que sugiere que ambas especies sienten empatía entre sí.

Los perros también son hábiles para notar cuando sus dueños sienten algún malestar y brindan consuelo a través del contacto visual o físico. “¿Alguna vez te has sentido triste y tu perro ha reaccionado de forma compasiva? Tal vez desconozcan por qué estás triste o molesto, pero pueden responder en consecuencia para brindarte consuelo”, dijo Mize a Parade. Los investigadores están encontrando más evidencias de que algunas conductas de los perros hacia sus dueños, e incluso hacia personas desconocidas, son semejantes a la empatía.

Las “lágrimas” pueden ser indicio de un problema médico

Si tu perro “llora”, en el sentido de que sus ojos tienen una secreción acuosa, quizás es necesario que lo lleves a consulta con un veterinario. Es probable que sus ojos se llenen de lágrimas debido a una reacción alérgica ante productos de limpieza, humo de cigarro, alimentos procesados para mascotas o el polvo.

De igual forma, los animales que tienen cuencas oculares poco profundas pueden dar la impresión de que están llorando, ya que el espacio del párpado no tiene la profundidad suficiente para contener las lágrimas que se producen y esto ocasiona que se derramen por las esquinas de los ojos.

La secreción ocular crónica también es muy común en las razas braquiocefálicas que tienen la cara chata. En algunos casos, sus párpados no se cierran correctamente o pueden tener cuencas oculares poco profundas, lo que provoca lagrimeo constante o humedad alrededor de los ojos. Mize explicó lo siguiente a Parade:

“El ojo canino, al igual que el de la mayoría de los mamíferos, tiene similitudes considerables con el ojo humano, ya que tiene conductos lagrimales que producen lágrimas a manera de protección y con el fin de mantener su lubricación.

Si bien un lagrimeo leve no debe ser motivo de preocupación, cuando es excesivo y da la apariencia de que el perro está llorando, es muy probable que exista un problema médico ocular, como una infección, la presencia de un objeto extraño o una lesión (que a menudo puede provocar una ulceración corneal), alergias, la obstrucción de un conducto lagrimal o un problema (a menudo, grave) en el interior del ojo, como glaucoma, retinitis o desarrollo de cataratas”.

No ignores a tu perro cuando “llora”

Es posible que un perro que “llora” con una frecuencia excesiva esté experimentando algún tipo de angustia física o emocional. Los quejidos y gemidos deben considerarse como gritos de auxilio y tú eres quien debe averiguar cuál es la causa de su “dolor”. Es buena idea comenzar por descubrir cuáles son los factores principales que le generan estrés, tales como tormentas eléctricas o quedarse solo, y abordar cada uno de ellos de forma directa.

Si descubres que la razón es que se siente frustrado, trata de identificar el motivo: tal vez desee dar un paseo o quizás necesite más estimulación mental. Esfuérzate por satisfacer las necesidades de tu mascota antes de que comience a lloriquear.

Si tu amigo peludo está sufriendo debido a sentimientos de tristeza, o incluso depresión, intenta mantener una rutina para evitar que se estrese. Hay algunos remedios homeopáticos y de flores de Bach que puedes administrarle con facilidad y que son excelentes para tratar la depresión hasta que observes una mejoría en su salud emocional.

A pesar de que es muy importante descubrir el motivo por los que da gritos de auxilio, debes tomar en cuenta que es posible que refuerces un comportamiento indeseable al prestarle demasiada atención cuando lo lleva a cabo (por ejemplo, si lloriquea para que le des un bocadillo). En caso de que haya manifestado conductas negativas para llamar la atención y que tú las hayas reforzado sin darte cuenta, intenta realizar una sesión corta de entrenamiento para responder de una forma más saludable que te brinde la oportunidad de elogiarlo cuando se comporte de manera positiva.

Fuente: https://mascotas.mercola.com/sitios/mascotas/archivo/2021/09/04/pueden-llorar-los-perros.aspx

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