Los perros habituados a andar por las ciudades suelen sufrir un desgaste natural de sus uñas y no suele ser necesario cortarlas más a menudo.  En los casos en los que los perros pasean menos o pasan más tiempo dentro del hogar tendremos que prestar más atención a este aspecto de su higiene.

Para ello tenemos que asegurarnos de utilizar los accesorios adecuados. También debemos acostumbrar a los animales a esta práctica poco a poco, ya que a algunos les puede costar. Tenemos que asegurarnos de que no vean los corta uñas como un elemento dañino. Por ejemplo podemos acariciarles la pata con él o dejárselo oler para que pierdan el miedo. Al principio, sólo tendremos que cortar una pequeña porción de la uña para no causar ningún daño.

Cuando nos aseguremos de que el perro está bien quieto sujetaremos su pata y con mucho cuidado efectuaremos el corte, siempre con cuidado de no llegar a la raíz de la uña que está en su interior ya que esto podría causar hemorragia y gran dolor al animal. Si esto ocurriese habría que presionar en la herida hasta que parase el sagrado en caso de producirse. Hay que tener especial cuidado cuando las uñas son negras ya que no se ve con facilidad esa raíz.