¿Cometes este error cuando llevas a caminar a tu perro?
Cuando llevar a caminar a tu perro, lo más probable es que en ocasiones tu agenda sea un poco diferente a la de tu mascota. Mientras que el propósito principal de estas caminatas es que tu perro haga ejercicio o sus necesidades, lo cual es muy importante, tu amigo peludo busqua una tercera experiencia igualmente importante: la oportunidad de satisfacer su deseo de olfatear el mundo que le rodea.
Los perros no empiezan a olfatear las cosas de inmediato en cuanto están fuera para molestar, sino que lo hacen porque es un elemento muy esencial del ser canino. Si bien, los humanos tienden a centrarse primero en lo que ven u oyen, en el caso de los perros, con frecuencia lo primero que capta su atención son los olores, algo que les ayuda a procesar su entorno inmediato.
Si eres capaz de imaginar lo que se siente hacer caminatas con los ojos semicerrados, entonces podrías empatizar con lo que siente tu perro al no poder detenerse a olfatear las cosas, ya que es antinatural, un poco intimidante y, en última instancia, aburrido. Los perros necesitan tener muchas oportunidades para olfatear al aire libre que puede ayudarles a estimular su mente y conocer el mundo que les rodea.
Por desgracia, a menudo nuestras agitadas agendas diarias no les permiten a nuestros perros ejercitar sus incomparables habilidades olfativas. Sin embargo, una vez que aceptamos lo indispensable que es la experiencia para ellos, podemos empezar a esforzarnos más por reservar tiempo para permitirles “orientarse con sus narices” en la naturaleza.
Respeta la nariz de tu perro, es una maravilla científica
La nariz humana contiene unos 6 millones de receptores olfativos que nos permiten reconocer miles de olores diferentes. Parece mucho, hasta que comprendes que dentro de la nariz de tu perro hay hasta 300 millones de estos receptores.
Los humanos pueden detectar ciertos olores en partes por billón, pero los perros los detectan en partes por trillón. Además, una parte del cerebro de los perros está destinada al análisis de olores, por lo que, en términos proporcionales, es alrededor de 40 veces más grande que la misma área del cerebro humano.
Esto explica por qué el sentido del olfato de un perro es entre 10 000 y 100 000 veces más agudo que el de una persona, y también por qué la nariz canina es tan sorprendente. Según indica serie científica de televisión NOVA:
“La investigadora de la cognición canina del Barnard College, Alexandra Horowitz, escribe en su libro Inside of a Dog que, aunque nosotros nos percatemos de que se ha añadido una cucharadita de azúcar a nuestro café, un perro podría detectar una cucharadita de azúcar en un millón de litros de agua, es decir, en dos piscinas olímpicas.
Otro científico canino comparó su capacidad con la de percibir el olor de una manzana podrida en dos millones de barriles”.
Como señala Victoria Schade, entrenadora profesional certificada de perros, en un artículo para el sitio web PetMD:
“A diferencia de los humanos, los perros no sólo tienen cientos de millones de receptores olfativos en comparación con nuestros seis millones, sino que además gastan mucho volumen cerebral para interpretar los olores. Esto significa que los perros son capaces de entender el olor de una manera difícil de comprender para nosotros.
El sentido del olfato de un perro puede compararse con el sentido de la vista humana. Los perros olfatean para obtener el contexto de su entorno, que incluye la firma única de otros seres que han recorrido esa ruta antes que ellos, así como elementos que son abstractos, como el paso del tiempo o los cambios meteorológicos pendientes”.
¿Por qué los perros necesitan dar caminatas olfativas a diario, llamadas ‘sniffaris’?
Como ya comenté antes, imagina que vas a dar un paseo, pero no puedes disfrutar de la vista ni sonidos del camino. Es razonable suponer que esta es la sensación que siente tu perro cuando lo jalas durante la caminata, al apresurarlo a omitir los olores intrigantes. Los perros exploran el mundo con su nariz, por medio de los olores para crear una imagen vívida que los humanos no pueden percibir.
Cuando caminas junto a un árbol, tu perro puede olfatearlo, junto con las aves e insectos que hay en él e incluso la dirección en la que se mueven. Además, los perros tienen un órgano vomeronasal que les permite olfatear cosas que no pueden verse a simple vista; es decir, las hormonas que liberan los animales. Esto no sólo les ayuda a atraer a sus parejas y a distinguir a los amigos de los enemigos, sino que también les permite conocer la salud física y el estado emocional de los humanos.
Horowitz, que también es autora de Being a Dog: Sollowing the Dog Into a World of Smell, explica en su video de TedEd, How Dogs Smell (el video que se abre en este enlace tiene subtítulos ocultos en español, haz clic en el símbolo de tuerca abajo a la derecha y selecciona la opción “Spanish”),que incluso tu perro podría olfatear los acontecimientos que ocurrieron en el pasado o que ocurrirán en el futuro:
“Lo más sorprendente de la nariz de tu perro es que puede viajar por el tiempo. El pasado aparece en las pistas de los transeúntes, el calor emitido por un automóvil que estuvo estacionado, o los residuos de dónde has estado o lo que has hecho poco antes.
Las señales como la toma o bomba de agua y árboles son las señales aromáticas que envían los mensajes de quiénes han pasado, lo que han comido y cómo se sienten. Y el futuro está en el aire, que les alerta de que algo o alguien se acerca mucho antes de que lo vean”.
Marc Bekoff, Ph. D., especialista en comportamiento animal, considera que existe la posibilidad de que los perros padezcan estrés y experimenten una privación sensorial si no se les permite olfatear lo suficiente:
“Para los perros es muy desagradable que no les permitas oler su entorno. Mi recomendación es que dejemos a los perros olfatear; no les arrebatemos una de sus conexiones vitales con el mundo. Deja que olfatee todo lo que quiera cuando esté atado con una correa, o cuando camine, salga con sus amigos u otras personas y corra con libertad.
Como ya mencioné, impedir que los perros utilicen su nariz y otros sentidos, podría ser una forma de privación sensorial que les impida obtener la información que necesitan para entender lo que ocurre en su mundo. En efecto, no dejarlos olfatear puede ser estresante para los perros, ya que necesitan los olores y otra información para evaluar lo que ocurre a su alrededor”.
Enséñale a tu perro qué caminatas son para olfatear
Si te preguntas cómo podrás terminar una caminata o excursión con tu compañero peludo que se detiene a olfatear cada tantos metros, recuerda que no todos los paseos tienen que ser un ‘sniffari‘. Está bien que lleves a tu perro a dar un paseo rápido para hacer sus evacuaciones o a una caminata más larga en la que tú marques el ritmo, siempre y cuando le des muchas oportunidades de satisfacer su olfato.
Recomiendo dividir su tiempo al aire libre entre el ejercicio aeróbico intencional y las caminatas de estimulación sensorial (sniffaris), ya que tienen propósitos diferentes. A lo largo de la vida de un perro, es necesario que corra, nade y se recupere a diario para mantener su tono muscular, así como la salud de sus tendones y ligamentos.
El ejercicio aeróbico se define como el hecho de que el ritmo cardíaco de tu perro se eleve de forma constante por encima de lo normal, durante un mínimo de 20 minutos (esto significa que no debe detenerse a oler las rosas ni nada por el estilo).
Karen B. London, Ph. D., especialista en comportamiento animal y entrenadora profesional certificada de perros, sugiere utilizar diferentes tipos de correas o arneses para indicarle al perro el tipo de excursión que realizará, y reservar un arnés especial solo para los momentos en que planees dejarlo guiar la exploración. Durante el ‘sniffari‘, debes mantener la correa floja y dejarlo pasear con libertad. Déjalo olfatear todo lo que desee para que pueda saciarse con el entorno multidimensional que le rodea.
Fuente: https://mascotas.mercola.com/sitios/mascotas/archivo/2021/08/03/por-que-los-perros-necesitan-caminar-a-diario.aspx?ui=e0fc3e133cde4e34b37b4b203a66becc71cbb613e036f8f189c0aad7cee63c9a&sd=20210225&cid_source=mascotas&cid_medium=email&cid_content=art1HL&cid=20210803&mid=DM945590&rid=1224861784