El gato en el hogar

Los gatos son animales territoriales que necesitan de espacios tridimensionales para descansar, moverse, alimentarse… es decir, les gusta trepar. Este hecho hace que las áreas donde desarrollan su actividad deban cumplir una serie de condiciones si se quiere proporcionar al felino un ambiente acorde con sus características comportamentales.

gato en el hogar

Victoria Coll Masvidal
Veterinaria especialista en Etología

Frecuentemente surgen dudas sobre las necesidades que va a tener el gato en el hogar, al convivir con una familia. Aquí nos centraremos en comentar las características que debe tener su entorno, que van a depender un poco de la personalidad de cada gato, aunque existen rasgos comunes.

Salir al exterior

A la mayoría de los gatos les gusta poder salir al exterior. Sin embargo, esto no significa que les guste ir a pasear como ocurre con los perros. Les gusta salir a explorar a jardines, terrazas o patios, pero siempre sabiendo que el regreso de inmediato a la zona de seguridad es posible.

Si los encerramos en el exterior algunos pueden estresarse, sobre todo si no tienen espacios en los que esconderse o a los que encaramarse en caso de necesidad (cuando se asustan). No olvidemos que el gato es un depredador pero también es una presa, lo que provoca que sean animales que fácilmente se perturban ante determinados estímulos y, a diferencia del perro, antes de atacar prefieren huir o esconderse. Cuando hablamos de “espacio de seguridad” éste suele ser el interior del domicilio.

Dentro de casa

Cuando no se les puede ofrecer una salida al exterior, se puede adaptar en cierta medida el interior de la vivienda para hacerlo más agradable y divertido para la mascota. Para ello es necesario saber que son animales que se mueven en un espacio tridimensional, les gusta subirse a sitios altos y también tener lugares donde esconderse.

Hay personas que por desconocimiento, y posiblemente acostumbrados a tener perro, intentan educar a su gato para que no se suba a los sofás, camas, mesas o muebles en general. Eso es muy difícil, por no decir imposible, y además va en contra de la naturaleza del gato y puede llegar a ser sumamente estresante y traumático para el animal, sobre todo si para prohibirle que se suba a los sitios se emplea el castigo. El gato empezará a temer a su dueño huyendo de él, o incluso mostrándose agresivo por miedo. El gato aprenderá, en el mejor de los casos, a evitar subirse en presencia de los dueños y lo hará en el momento en que se halle solo.

Así pues, si se acoge a un gato en el domicilio se debe aceptar que es normal que se encarame por todas partes. Y si no se le asusta el animal podrá moverse a través de cualquier tipo de decoración sin producir ningún desastre.

muebles gato

El espacio adecuado

Cuando hablamos de esconderse, a los gatos les gusta tener espacios en los que aislarse. Algunos utilizan zonas en alto de difícil acceso; otros prefieren estar debajo de camas o muebles e incluso en el interior de los armarios.

La mayoría corren a esconderse cuando se asustan, y al hacerlo se sabe que disminuye la ansiedad que puede padecer el gato si a menudo existen en el entorno estímulos que le perturban. Otros se aíslan cuando viven con otros gatos o perros y no quieren momentáneamente su contacto. Y algunos, sencillamente, lo hacen para retirarse a dormir, aunque la mayoría de gatos prefieren hacerlo de noche en la cama con sus dueños y utilizan estos espacios en otros momentos del día.

El propietario puede facilitar a los felinos este tipo de conductas poniéndoles estanterías a las que encaramarse, liberando espacios en los muebles, o facilitando acceso debajo de la cama o muebles.

También pueden fabricar perchas como las que hay en el mercado o comprar una ya hecha de las que están a la venta en los comercios especializados, que además proporcionan al gato escondites en los que se puede tumbar.

Estas perchas se deben situar en zonas donde el felino pasa la mayor parte de su tiempo, es decir, en las áreas donde se suele encontrar el propietario (o su familia), por ejemplo en el comedor. Es aconsejable que se emplace cerca de una ventana, para que desde ella puedan ver el exterior o tomar el sol. Hay que evitar ponerlas en rincones alejados de las zonas más utilizadas, ya que entonces posiblemente al gato no le interese permanecer en ellas.

Por último, si el gato es grande, el propietario habrá de tener en cuenta a la hora de escoger una percha que sea resistente. Estos animales suelen subirse a la carrera, con lo cual la percha debe soportar el empuje del animal sin caerse o tambalearse, ya que esto les asustaría.

Fuente: http://especiespro.es/articulos/el-gato-en-el-hogar/

 

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