Consejos para el aseo de tu mascota
El aseo regular es una parte importante del cuidado responsable de una mascota, aunque pueda parecer que tu perro se hace cargo de estas necesidades por sí mismo. Si no tienes una rutina establecida, empieza poco a poco. Intenta una tarea de cada vez. Cepíllala un día. Báñala al día siguiente y córtala las uñas en el otro día. Cuanto más corta una sesión de aseo mejor.
¿Lista para empezar? Aquí están los consejos básicos para el aseo canino para hacer todo el proceso más fácil.
Cepillando correctamente
Al cepillar busca si hay garrapatas o pulgas. Puedes notar los insectos o pequeñas manchas negras. Cepíllala desde la cabeza hacia la cola, sigue siempre la dirección de crecimiento del pelo.
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La mayoría de los perros requieren el cepillado semanal, pero los que tienen el pelaje más largo pueden requerir atención diaria.
Usa el cepillo más adecuado
Perros con el pelaje corto y liso ocupan primeramente un cepillo de goma, seguido de una cepillada con un cepillo de cerdas y luego un pulimiento con un paño de gamuza.
Perros con el pelaje corto pero denso ocupan primeramente un cepillo de alambre, también conocido como cepillo alisador, que sirve para quitar los enredos. Luego, usa un cepillo de cerdas para que se mire bien.
Perros con el pelaje largo o rizado necesitan el cepillo de alambre para quitar los enredos, pero utilízala muy suavemente y finaliza con el cepillo de cerdas.
Acuérdate de cepillar la cola y las patas, especialmente si se trata de un perro con pelo largo. Siempre cepilla a tu perro antes de bañarlo, eso hará el proceso más fácil y eficaz.
Como bañar a un perro
Periodicidad. Determina con que frecuencia necesitas bañar a tu mascota. Dependiendo del clima y de las actividades recientes de tu perro, es posible que desees bañarlo de cada una a tres semanas.
Champú. Usa un champú para perros. La piel del perro es diferente de la de los seres humanos, por lo que debes asegurarte de que el champú es lo suficientemente suave para evitar la irritación. Hay diversos tipos de champú para perros, elige lo que sea más adecuado a tu mascota.
Seguridad. Añade agua tibia. Ten cuidado de no quemar a tu perro. Tan poco debes usar agua demasiado frío. Si tu mascota está en la bañera, sólo llena con agua de siete a 10 centímetros y usa una alfombra de baño para ayudar a prevenir resbalones.
La cara de perro. No rocía directamente el agua en la nariz, en los ojos o en los oídos. Una taza de plástico o una manguera de aspersión te va ayudar a dirigir el agua en la dirección que necesites. Puedes añadir una manguera en la alcachofa de la ducha, se trata de un proyecto sencillo, rápido y de bajo costo que te ayudará muchísimo.
Enjagua bien. Uno de los errores más comunes en el aseo canino es no eliminar adecuadamente todo el champú. El champú que se queda va resultar en irritación de piel en el perro.
Cuidado pos-baño
Las orejas. Hay que limpiar las orejas del perro. Hay productos propios para el cuidado de las orejas, pero antes de usarlos busca la opinión del veterinario. Por lo regular, no más usa una gaza o papel toalla para remover el exceso de cera. Si notas un olor fétido o una acumulación de cera inusual, consulta al veterinario prontamente.
La temperatura del secador. Ajusta el secador al calor bajo. Un secador puede ser una forma efectiva de evitar que tu casa se quede mojada mientras tu mascota se seca, pero ten cuidado para no quemar a tu perro. También puedes mantenerlo a salvo al no apuntar el secador directamente a su piel, lo ideal es tenerlo a un ángulo, como hace tu peluquera.
Juguetes. Si tu perro está sobreexcitado durante el proceso de aseo, dáselo su juguete favorito o un juguete masticable para redirigir su atención. Dale afecto siempre y no más cuando esté bien comportado.
Ciertas razas tienen necesidades más particulares. Por ejemplo, los bulldogs requieren atención especial entre los pliegues de su cara, mientras que razas de orejas caídas—como cocker Spaniels—son más propensas a infecciones del oído, así que necesitan cuidado específico con la higiene de sus orejas. Habla con tu veterinario para obtener consejos de aseo específicos para tu mascota.