¿Cómo cuidar un gato?

Gracias a sus personalidades juguetonas, su comportamiento afectuoso y sus caras adorables, los gatos pueden ser la mascota ideal. Sin embargo, a pesar de la opinión de las personas, ¡los gatos necesitan cuidados! Para mantener a tu gato saludable y feliz, debes saber cómo cuidarlo y brindarle la mejor vida posible a tu nuevo amigo.

Consigue un gato

  1. Decide si quieres un gatito o un gato adulto. Los gatitos son adorables y tentadores, pero sé sincero contigo mismo y determina si podrás brindarles el mismo nivel de energía que poseen. Los refugios están llenos de gatos adultos cariñosos que por lo general las personas no adoptan. Un gato adulto será más calmado y tranquilo que un gatito, pero también puede tener problemas de comportamiento debido a lo que vivió anteriormente. Los gatos adultos también podrían tener enfermedades que tendrás que curar con más rapidez de la que requeriría un gatito.
  2. Considera los problemas de salud que podrían surgir con un gato determinado.Si te fijaste en un gato en particular, consulta su historial de salud para saber si requiere algún cuidado a largo plazo. ¿Podrás pagar las necesidades médicas de este gato?
    • Incluso si el gato es saludable, ten en cuenta su raza. Los gatos de raza pura de diferentes razas pueden contar con sus propios problemas genéticos, los cuales deben afrontar. Por ejemplo, los gatos de cara plana como el manx y el fold escocés suelen desarrollar problemas respiratorios.
    • Los gatos de raza pura son más propensos a sufrir problemas de salud genéticos que los gatos sin pedigrí
  3. ¿Tienes tiempo para cuidar a un gato? Si bien un gato no requiere paseos diarios como un perro, no creas que no necesita que le dediques tiempo. Los gatos son mascotas activas que necesitan jugar mucho y son compañeros afectuosos que requieren atención. También tendrás que pasar tiempo limpiando la caja de arena y dándole al gato comidas estructuradas.
    • El promedio de vida de un gato que vive dentro de casa es entre 13 y 17 años, así que ten en cuenta que formarás un compromiso a largo plazo con un nuevo miembro de tu familia.
  4. Calcula si puedes pagar los costos de mantenimiento de un gato. El pago único por la compra de un gato va de $45 por la adopción de un gato de un refugio hasta varios cientos de dólares por un gato de raza pura. Sin embargo, además de eso, tendrás que pagar la comida, la arena sanitaria, los juguetes y los costos médicos regulares. En los Estados Unidos, la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales estima que en el primer año con el gato, es probable que el dueño tenga que gastar alrededor de $1035 en el animal. Este monto disminuye después de comprar el equipo principal y de haber pagado los procedimientos médicos iniciales.
  5. Considera adoptar a un gato de un refugio de animales. El costo es mínimo teniendo en cuenta lo que obtienes: un gato esterilizado o castrado, sometido a chequeos médicos y con todas sus vacunas. Todo gato “gratuito” básicamente requerirá que pagues todo eso más adelante, lo cual harás si eres un dueño responsable.

Enséñale a tu gato a ir al baño

  1. Anima al gato a usar una caja de arena. La mayoría de los gatos preferirán la caja de arena en lugar de otras partes de la casa, debido a la textura de la arena sanitaria. Sin embargo, aun así hay medidas que debes adoptar para asegurarte de ofrecerle una caja de arena que sea el mejor lugar para hacer sus necesidades.
  • Coloca la caja de arena en un lugar tranquilo en dónde las personas, los perros o los ruidos fuertes no molesten al gato.
  • Mantén limpia la caja de arena, recogiendo la arena sanitaria a diario y limpiando la caja una vez a la semana. También debes reemplazar o renovar la arena sanitaria al menos una vez a la semana.
  • Coloca suficientes cajas de arena para más de un gato. Si tienes 2 gatos, necesitas 3 cajas de arena en áreas diferentes de la casa. Un gato podría intimidar a otro menos dominante y evitar que este use las cajas.
  • Haz que la caja de arena sea un lugar cómodo. No asustes ni alarmes a tu gato cuando esté usando la caja o podría formar una mala asociación con la caja y podría empezar a evitarla. Compra una caja grande, incluso si es un poco costosa. Los gatos se sienten más cómodos en una caja grande (en área, no en altura).
  • No cambies la marca de la arena sanitaria que tu gato usa, ya que a los gatos no les gustan los cambios repentinos. Cambiar de arcilla sanitaria a una arena sanitaria aglomerante o viceversa podría molestar al gato tanto como para dejar de usar la caja.
  • No uses arenas sanitarias con aroma fuerte que podrían desanimar al gato a usar la caja de arena.
  • Ten en cuenta las necesidades de los gatos jóvenes o viejos. Ten en cuenta que los gatitos y los gatos viejos con artritis u otros problemas de salud pueden tener problemas para entrar y salir de una caja demasiado alta. En el caso de los gatitos y los gatos con necesidades especiales, usa cajas de poca altura en un área de fácil acceso.
  • Bríndale a tu gato un rascador vertical. Rascar es una parte normal del comportamiento de los gatos y no hay forma de que puedas entrenarlo para que no lo haga. Si tu gato aún tiene sus garras, necesitará uno o dos rascadores verticales para que no arañe los muebles, los artículos de madera, etc. Al brindarle a tu gato un rascador vertical, le permitirás que disfrute de un comportamiento saludable y normal.
    • Es probable que a tu gato le hayan removido sus garras, en cuyo caso sus garras delanteras o posteriores habrán sido retiradas a través de una cirugía. Un gato sin garras no podrá rascar, así que no necesitarás un rascador vertical.
  • Haz que tu gato no explore las superficies prohibidas. Los gatos son curiosos y saltarán sobre los mostradores u otros lugares a los que no quieres que se acerquen. Las alfombrillas eléctricas, un chorro de agua de un rociador en el momento oportuno o incluso un severo “no” pueden corregir este comportamiento. Con algo de tiempo y paciencia, podrás enseñarle a tu gato a alejarse de las áreas protegidas.
    • También puedes usar una lata que haga ruido (una lata de gaseosa vacía con unas cuantas canicas y la abertura pegada con cinta). Tírala suavemente al suelo para asustar al gato y lograr que se aleje de las superficies prohibidas. NO le tires la lata al gato.
  • Considera usar productos con feromonas felinas. Estos productos, los cuales llenan el aire con feromonas sintéticas relajantes, vienen en aerosoles o difusores que se conectan en los tomacorrientes. Estos pueden ayudar a solucionar los problemas relacionados con la caja de arena o el rascado y también se ha demostrado que calman a los gatos estresados o ansiosos.

 Alimenta a tu gato

Elige el tipo de comida que le darás a tu gato. La comida para gatos viene en una gran variedad de tipos, los más comunes son las comidas secas, semihúmedas y enlatadas. La comida seca se puede guardar de forma fácil y eficiente, pero los gatos enloquecen con el sabor de las comidas semihúmedas y enlatadas, las cuales pueden agregar más líquido a su dieta que las comidas secas. En general, el tipo de comida depende de las preferencias del dueño del gato.

  • En ocasiones, un gato con una enfermedad podría necesitar un tipo de comida, en lugar de otro. Consulta a un veterinario para que te recomiende una comida.

Elige una buena marca de comida para gatos. Al igual que otros animales, los gatos tienen algunas necesidades nutricionales específicas. Ellos son “carnívoros obligados”, lo que significa que necesitan proteínas animales para evitar consecuencias severas en su salud. Pídele al veterinario que te recomiende una comida de buena calidad. Los productos más baratos pueden no brindar nutrientes suficientes como para mantener a tu gato feliz y saludable.

  • Busca comidas para gatos que contengan cantidades abundantes de carne de animales como carne de res, pollo, pavo o pescado.
  • También asegúrate de que contengan aminoácidos importantes (como la taurina y la arginina) y ácidos grasos (como el ácido araquidónico y el ácido linoleico).
  • Evita darle a tu gato comida para humanos, salvo que hayas elegido la comida con la ayuda de un veterinario. Algunas comidas para humanos pueden hacer que los gatos se enfermen gravemente o incluso son tóxicas para ellos.

Sigue las instrucciones de alimentación brindadas en la comida para gatos. En general, el alimento de los gatos se basa en su edad, su peso y sus niveles de actividad. Ellos prefieren comer comidas pequeñas y frecuentes a lo largo del día.

  • Si tienes dudas, pídele recomendaciones al veterinario sobre qué alimento darle a tu gato y cómo dárselo.

No alimentes en exceso a tu gato. Sigue las recomendaciones del veterinario al pie de la letra y asegúrate de que tu gato haga mucho ejercicio, ya que la obesidad es uno de los mayores problemas de salud que los gatos afrontan en la actualidad. Los gatos obesos son más propensos a desarrollar diabetes cuando llegan a una edad intermedia. El peso adicional también contribuye con la artritis, las enfermedades cardiacas y otros problemas de salud en los gatos.

Mantén a tu gato saludable

Cepilla a tu gato dependiendo de las necesidades de su pelaje. Los gatos parecen arreglarse el pelaje ellos mismos todo el día; por ello, puedes creer que no necesitas cepillarlos. Pero es necesario que cepilles a los gatos con pelaje largo varias veces a la semana y a los gatos con pelaje corto, una vez a la semana. Esto permitirá reducir la cantidad de pelo en tu casa y ayudará a tu gato a evitar las temidas bolas de pelo.

  • En el caso de los gatos a los que se les suele caer el pelo (en especial, los que tienen pelaje largo), usa un peine que tenga cerdas finas de metal. Este penetra en la capa inferior y elimina la caída del pelo.

Cuando cepilles al gato, revísalo para determinar si tiene alguna enfermedad de la piel. Mantente alerta para detectar pulgas u otros parásitos, y cualquier enrojecimiento inusual, hinchazón, protuberancia u otros problemas de la piel. Si notas algo sospechoso, díselo al veterinario y pídele consejos sobre cómo encargarte del problema.

Programa visitas anuales al veterinario. Al igual que cualquier miembro de la familia, un gato necesita visitas al médico. A diferencia de los niños, los gatos no pueden decirnos que se están sintiendo mal. Ellos dependen de los humanos para que los lleven al veterinario y les realicen exámenes médicos regulares para mantenerlos saludables.

  • Los gatos viejos podrían necesitar ir al veterinario dos veces al año para garantizar que su salud sea óptima.

Haz que esterilicen o castren a tu gato. Esterilizar a una hembra o castrar a un macho tiene muchos beneficios. Esto reducirá los comportamientos indeseados como deambular o rociar orina. En relación con su físico, esto protege al animal de los embarazos no deseados y de enfermedades como la piometra. Sin embargo, ¡lo más importante es que reduce la cantidad de gatitos no deseados en el mundo!

  • Pídele al veterinario que te sugiera cuándo castrar a los gatitos. En general, los veterinarios recomiendan hacerlo entre los 2 y los 6 meses de edad.

Haz que el gatito se acostumbre a que le cepilles los dientes. Los gatos padecen enfermedades en los dientes. Para cepillar los dientes de tu gato, necesitas un cepillo dental de cerdas suaves y una pasta dental veterinaria. Nunca uses una pasta dental para humanos, ya que demasiado flúor puede causarle malestar estomacal al gato. Debido a la alta concentración de flúor en la pasta dental para humanos, una cantidad excesiva podría ser tóxica. Empieza ofreciéndole a tu gato un poco de la pasta dental veterinaria. La próxima vez, deja que saboree la pasta y luego pasa tu dedo por las encías de los dientes superiores. Repite el proceso con el cepillo dental. Haz que las cerdas del cepillo pasen por la línea de las encías de los dientes superiores traseros e inclina el cepillo un poco hacia arriba para que las cerdas estén debajo de la línea de las encías. Cepilla de atrás hacia adelante, haciendo círculos pequeños en las líneas de las encías. Cepillar los dientes de tu mascota debe tomarte menos de 30 segundos.

  • Al inicio, no trates de cepillarle toda la boca. Si tu gato solo permite que le cepilles la parte exterior de sus dientes superiores, eso es mejor que nada. Aun así estarás limpiando la parte más importante para prevenir enfermedades de los dientes.

Reserva una limpieza de dientes profesional si es necesario. Incluso con el mejor cepillado, algunos gatos pueden necesitar de vez en cuando una limpieza profesional. Si bien el cepillado reduce la placa y la acumulación en las superficies visibles de los dientes, este no llega a las acumulaciones que están debajo de la línea de las encías. Una limpieza profesional también permite que el veterinario pueda examinar por completo la boca de tu gato cuando está sedado. Algunos signos de enfermedades de los dientes incluyen:

  • Mal aliento
  • Dientes flojos
  • Dientes descoloridos o cubiertos de sarro
  • Sensibilidad o dolor en la boca
  • Sangrado
  • Babeo excesivo o si la comida se le cae cuando trata de comer
  • Pérdida del apetito o disminución de peso

Fuente: http://es.wikihow.com/cuidar-un-gato

 

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